Hoy en día dedicamos mucho tiempo al cuidado del cuerpo, pero una de las partes que solemos descuidar más son nuestros pies, y eso que son los encargados de aguantar todo nuestro peso y por ello los que habitualmente más sufren.
Es por esto que en muchas ocasiones es necesario recurrir a un podólogo Barcelona, para realizarnos una revisión de los mismos y tratar elementos como la eliminación de durezas, el tratamiento de papiloma, o de uñas encarnadas, engrosadas o micóticas (hongos).
En Fisiogràcia ofrecemos todos los servicios relacionados con la podología con un podólogo en Barcelona profesional, titulado y colegiado para ofrecer siempre el mejor servicio y la mayor profesionalidad a todos nuestros clientes.
Además de las atenciones básicas y más frecuentes en la podología, en nuestros espacios ofrecemos la posibilidad de realizar otros servicios relacionados con esta disciplina como son: la ortopodología (ortosis de silicona), la podología infantil (exploraciones biomecánicas para detectar posibles alteraciones del aparato locomotor, tratamiento para corregir el pie plano, cavo y genu valvo/var), la podología geriátrica (tratamiento del pie diabético) y la podología deportiva (tratamientos en fisioterapia, estudio funcional del pie, valoración y elección del calzado deportivo).
En nuestro centro nos encontramos constantemente con clientes que acuden a un podólogo Barcelona por problemas en los pies debido al calzado que utilizan al hacer deporte.
En la actualidad son muchas las personas que se han aficionado a hacer ejercicio, y en especial al running. Aunque se trata de una actividad muy saludable, hay ciertos aspectos que tendemos a dejar de lado, como la elección de las zapatillas deportivas.
1) Escoger la talla correcta. Los pies suelen expandirse hasta un 7% de más durante una carrera, por lo que es importante no comprar una talla demasiado justa. De esta manera, evitaremos el roce de las uñas contra la punta de la zapatilla.
2) Reponer el calzado. Una deportiva vieja puede favorecer a la aparición de lesiones, así que es importante ir cambiándolas periódicamente. Además, también es recomendable alternar varias para no utilizar las mismas cada día, pues está demostrado que la suela tarda entre 24 y 36 horas en volver a su estado habitual.
3) Tipo de pisada del corredor o runner. Para dentro, para fuera, o neutro: en función de cómo coloquemos el pie al andar o correr, deberemos escoger zapatillas acordes para no lesionarnos. Acudir a un podólogo especialista es la mejor opción para conocer qué tipo de pisada tenemos.